Como hoy es un día grande para los diáconos, nos hemos permitido el tomar prestada una biografía de san Esteban realizada con acierto por Antonio Barrero, de la web www.preguntasantoral.es. Agradecemos a él y a su equipo el permiso para la transcripción de dicho artículo.
Las primeras noticias que tenemos de San Esteban provienen de los Hechos de los Apóstoles pero existen otros textos antiguos bastante posteriores al siglo I en los que sobre todo se habla del descubrimiento de sus reliquias y que son muy útiles para explicar las razones por las cuales San Esteban ha sido muy venerado desde los primeros siglos por toda la Cristiandad.
Iglesia de san Esteban protomártir, parroquia del barrio burgalés de Villafría |
La primera vez que se habla de San Esteban es en (Hechos, 6, 5): “Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquia” y esta elección fue consecuencia del malestar y de las protestas de los griegos contra los hebreos porque sus viudas eran desatendidas en aquella incipiente comunidad de Jerusalén, por lo que los apóstoles tuvieron que elegir a siete diáconos que les ayudaran en estos menesteres sociales.
De este texto podemos deducir que Esteban era ya muy conocido y valorado (hombre lleno de fe y de Espíritu Santo) en aquella primitiva comunidad. Hay quienes manifiestan que pertenecía al grupo de los setenta y dos discípulos que acompañaban al Maestro, pero esto no se puede afirmar completamente; lo que si se puede decir es que tenía muy buena reputación. Sigue diciendo San Lucas que “Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales” (Hechos, 6, 8), pero que “Se levantaron algunos de la sinagoga de los Libertos, de Cirene y de Alejandría y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a disputar con Esteban; pero como no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba, entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: Nosotros hemos oído a éste pronunciar blasfemias contra Moisés y contra Dios” (Hechos, 6, 9-11).